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sábado, 28 de marzo de 2009

Una Nueva Era en El Salvador

El triunfo electoral del FMLN el 15 de marzo es principalmente un duro golpe a ARENA, sin embargo, existen otros que también han salido castigados por ignorar constantemente el llamamiento de un pueblo que está cansado de que sus problemas no sean resueltos. El triunfo de Mauricio Funes no es un cheque en blanco para que empiece hacer experimentos en El Salvador.

En los últimos días antes de las elecciones presidenciales, circulaban rumores de un fraude. La verdad, personalmente, sentí vergüenza ajena. Los rumores hacían ver a El Salvador como que fuese Zimbabue, o cualquier otro país Africano dónde no existe democracia. ARENA, y especialmente el COENA, se comportó como que estuviese gobernando en un país bananero permitiendo que instalaciones gubernamentales fuesen utilizadas con propósitos electorales, lo cual incrementó los rumores de fraude que circulaban por Internet. Se debería castigar aquellos funcionarios que permiten que instalaciones gubernamentales sean utilizadas para fines electorales partidarios. ¿Existía intención de fraude? Lo dudo, sin embargo, existen funcionarios en El Salvador que no conocen la distinción entre servicio público y partido político. CEPA y Gobernación o cualquier otra institución gubernamental, son de dominio público, y sus instalaciones jamás deberían ser utilizadas para fines partidarios. Lamentablemente, ningún partido se escapa en El Salvador de utilizar las oficinas gubernamentales, ya sean alcaldías o edificios de Gobierno, como que fuesen sus casas.

Tres días antes de la histórica elección presidencial, hice mi propia encuesta llamando a familiares y conocidos en El Salvador. Fue sorprendente el testimonio de una anciana en San Miguel. La campaña negativa de ARENA, según sus propias palabras, era el mismo disco rayado que había escuchado en los últimos 20 años. Y aunque volvían a repetir que votar por el FMLN era como beber un veneno, ella dijo que prefería tomárselo antes de seguir aguantando la enfermedad, es decir, la corrupción, la prepotencia, la ola de delincuencia, la carencia de empleos para sus hijos y nietos. Lo mismo dijo un fiel seguidor del PDC, quien no escuchó al honorable Alcalde de San Miguel, el cual tuvo la audacia y picardía de hipotecar el futuro de San Miguel con un acta notarial a favor de Rodrigo Ávila. ¿No hubiese sido más sabio pedir a ambos candidatos que se comprometieran con San Miguel? Si alguien toma nota, Wil Salgado pronto encontrará un rival que lo saque de la Alcaldía Municipal.

Al ver el resultado final de la elección presidencial, los números indican que el FMLN ha ganado con un estrecho margen, 51.3% a 48.7%. Es decir, la derecha ha sido abatida, pero no vencida totalmente. Si no ha empezado ya, pronto rodaran cabezas en ARENA. No me cabe ninguna duda. Ojala que la derecha pueda hacer una oposición constructiva y prepositiva, que trabaje con el presidente electo para sacar a El Salvador adelante.

Los salvadoreños tenemos que estar orgullosos. Hemos demostrado al mundo de que nuestra democracia, aunque joven, camina, y no volveremos al pasado. El FMLN ha hecho miles de promesas que tiene que empezar a cumplir si quiere gobernar más allá de cinco años. Particularmente, me gustaría solicitar al electo presidente lo siguiente:

· Llegue a un acuerdo nacional con la empresa privada para crear empleos
· Rechace frontalmente cualquier presión, interna u externa, de marginar a Estados Unidos
· Escoja a sus ministros y colaboradores por su capacidad y honestidad
· Integre a los salvadoreños en el exterior buscando gente capaz y honesta
· Déle prioridad a la educación para que ningún niño se quede atrás
· Invierta en proyectos que hagan de El Salvador un país productivo, tales como reactivar el ferrocarril nacional y buscar fondos para construir un Tranvía en el Gran San Salvador
· Implemente una guerra contra la delincuencia apoyando programas que brinden a los jóvenes oportunidades reales para tener un mejor futuro
· Evite cometer los excesos de ARENA
· Tome decisiones políticas que beneficien a los más pobres sin marginar a los sectores productivos
· Reactive la agricultura como pilar del desarrollo nacional
· Proteja al medio ambiente implementado políticas que generen empleos
· Cierre el hoyo de la evasión fiscal
· Trabaje para que el odio y rencor político sea una cosa del pasado. El Salvador necesita unidad para afrentar los grandes desafíos, tales como la crisis financiera, la reducción de remesas, el auge del crimen organizado.
· Trabaje para que exista seguridad en las calles, en las casas, en los puestos de trabajos y en las personas mismas en El Salvador.
· Recuerde que tiene cinco años para lograr sentar las bases de un nuevo El Salvador.

El Salvador no es Zimbabue. El FMLN tiene cinco años para cumplir sus promesas.

© 2009 Manuel García

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