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miércoles, 28 de mayo de 2008

La Triste Historia del Metro de San Salvador

En noviembre del 2004, unos altos ejecutivos japoneses se reunieron en Casa Presidencial para presentar la tecnología maglev, la cual permite que un tren se mueva a través de unos sistemas magnéticos que lo empujan a más de 400 kilómetros por hora. Los trenes convencionales se mueven a través de ruedas.
A la reunión, aparte del Presidente, asistieron la Vice Presidenta, el Ministro de Obras Públicas, el Presidente de CEPA, entre otros. Todos sabían que la reunión era informativa ya que El Salvador no se puede dar el lujo de construir un sistema de transporte usando la tecnología maglev. Los ejecutivos japoneses lo sabían, pero querían hablar, entre otras cosas, sobre el futuro del transporte en El Salvador.
Yo había pedido la reunión para los ejecutivos japoneses porque estaba trabajando con ellos en otros proyectos. Fue una reunión extraña.
¿Por qué digo esto? En la reunión se mencionó que el Alcalde Mario Valiente tuvo la acertada idea de proponer un metro en San Salvador. Alguien preguntó por el mapa del trazado que había propuesto el Alcalde Valiente, pero nadie tenía una idea clara del proyecto. Fue archivado en algún lugar. El Ministro de Obras Públicas fue a informarse de la tecnología maglev. Los japoneses pidieron más información sobre la propuesta del Alcalde Valiente.
Al salir de la reunión, yo acompañé a los japoneses a recorrer San Salvador. Durante el recorrido les expliqué en detalle los problemas que existen para resolver el problema de transporte en el Gran San Salvador: El principal problema son los políticos.
En cada elección presidencial o municipal, siempre sale alguien diciendo que se tiene construir el metro. Pero una vez pasadas las elecciones, la gente se queda como mi abuela en San Miguel esperando que el Alcalde Wil Salgado ponga fondos para pavimentar la polvorosa calle que hace la vida imposible en el verano. Wil Salgado ha dicho que hay planes para pavimentar la calle, pero no dice cuando, si en éste siglo o el próximo.
Rodrigo Ávila, candidato a la Presidencia por ARENA, ha dicho que se tiene que construir un metro aéreo al estilo Miami. No sé si él ha estado bastante tiempo en Miami, o si sabe lo que está diciendo. Son las cosas que se dicen en El Salvador cuando uno está en campaña.
Construir un subterráneo o un metro aéreo en el Gran San Salvador sería igual de caro como sacar agua en el desierto de Sahara. Lo más práctico sería construir un tranvía al estilo Lisboa o Estambul, ciudades con sistemas de tranvía que permiten al tren circular sobre trazados de rieles en las mismas calles. Barcelona, una de las ciudades con el mejor sistema de transporte en Europa, está construyendo más líneas de tranvía.
Aunque siempre se diga que el problema es el dinero, existen otros obstáculos que hacen imposible que el Gran San Salvador tenga un sistema de transporte eficiente, moderno y económico. Ya mencioné los demagogos políticos. Hay que añadir que estos lobos siempre andan acompañados con la mafia de los transportistas.
La política de transporte en El Salvador está controlada por los dueños de autobuses que actúan como caciques al no permitir que se implementen políticas racionales de transporte. Además de ésta plaga, hay que también añadir la polarización partidaria.
Existe otro culpable en ésta triste historia del metro de San Salvador. El sector empresarial ha demostrado poca seriedad y liderazgo para pedir que se mejore sustancialmente el sistema de transporte. ANEP y otras gremiales empresariales deberían exigir que un sistema de tranvía que permita viajar desde Soyapango hasta Santa Tecla, desde San Marcos hasta Apopa, sea financiado por el Estado Salvadoreño.
Un tranvía que circule por la Avenida Roosevelt o por el Boulevard de los Héroes traerá bienestar al Gran San Salvador en un plazo inmediato a un precio que todos los salvadoreños podamos pagar y sentirnos orgullosos.
En un año de elección presidencial, habría que preguntarles a los candidatos cuando esperan que el Gran San Salvador tenga un sistema de transporte moderno, eficiente y seguro. ¿En éste siglo o el próximo?
© 2008 Manuel García

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo, en este país todos los políticos son boca y no cumplen. Yo también sueño con ver San Salvador ordenado, con un sistema de transporte efectivo. ¬_¬" por ahí ya andan hablando babosadas sobre tomar ejemplo de colombia pero solo es campaña. Lo peor es sobre embovedar las quebradas xD

roan escobar dijo...

Y lo chistoso es que San Salvador tuvo tranvia y tren pero no lo modernizaron y ahi las consecuencias del monton de chatarras en la capital

Frankott dijo...

Hoy en el año 2015, San Salvador tiene un sistema de transporte moderno pero deficiente en su proyecion total, trafico colapsado, transporte tradicional circulando afectando el trafico, exclusion de vias para el SITRAMSS pero sin planes de ampliacion de calles para vehiculos particulares,varias vias principales (Blvd. Ejercito, calle Agua Caliente,Blvd.Venezuela)estrechas de dos y de tres carriles que se descontinuan en dos y hasta en un solo carril; en resumen aun queda pendiente una ENORME DEUDA de parte del Gobierno hacia el pueblo salvadoreño en relacion al transporte publico de pasajeros.