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miércoles, 28 de mayo de 2008

Le Nom de Guerre; los viejos hábitos

Nunca he hablado con el señor José Luís Merino, conocido por su nom de guerre, “Ramiro Vásquez”. Gente que lo conocen en El Salvador aseguran que él es una persona que le gusta trabajar en la clandestinidad. José Luís Merino es una de las personas más influyentes en el FMLN, y maneja las cuatro letras de su partido para avanzar sus proyectos políticos e ideológicos.
El mundo de la inteligencia muchas veces fabrica historias y dice cosas que no son verdad. El objetivo es difamar, crear dudas o derrocar gobiernos legítimos. Basta con señalar el caso de Salvador Allende en Chile.
He leído con detalle la noticia dónde se dice que José Luís Merino se ofreció ser interlocutor entre un vendedor de armas Australiano y la FARC de Colombia. Además, de que dos representantes ánimos del FMLN pidieron $3.5 millones a cambio de facilitarle a la FARC el uso del territorio salvadoreño. Es decir, dejar que la FARC se mueva como Juan por su casa como lo hace en Venezuela, Ecuador y Cuba.
Dicha información fue obtenida en los portátiles que llevaba el Comandante Raúl Reyes de la FARC cuando fue bombardeado en Ecuador el 1 de marzo del 2008. Raúl Reyes era el número dos de la FARC.
La INTERPOL ha dicho que la información es auténtica, es decir, que nadie la ha manipulado desde que se encontró en los portátiles del Comandante Raúl Reyes.
Obviamente, las acusaciones son graves. José Luís Merino es un líder político que representa la principal fuerza de oposición en El Salvador, que busca gobernar el país. Además, es representante al Parlamento Centroamericano.
Es obvio también que ARENA sacará ventaja política de la noticia. Así es la política. Pero más allá de la ventaja que pueda sacar ARENA de la información que se ha encontrado en los portátiles de un comandante de la FARC asesinado en suelo Ecuatoriano, es sorprendente cómo Mauricio Funes, candidato a la Presidencia por el FMLN, ha reaccionado al escuchar las acusaciones.
Primero el señor Mauricio Funes ha restado credibilidad a la noticia. Segundo, no ha dicho lo que debería decir en tales circunstancias: que se llegue hasta el fondo para investigar la veracidad de la noticia, sin importar el coste político.
José Luís Merino no es un niño, y debería saber de que si quiere que el FMLN gane, necesita olvidarse de los viejos hábitos que le dieron su nom de guerre.
La FARC es un grupo terrorista que mantiene a 10,000 personas cautivas, la mayoría personas civiles. Es un grupo que se financia con el dinero del narcotráfico. Es un grupo que asesina a civiles sin piedad. ¿Cómo puede alguien en El Salvador defender a la FARC o asociarse con ella?
Si la información es auténtica y veraz, entonces, esto es el principio de una larga batalla legal y política que el FMLN tiene que dar.
Y es aquí dónde las principales fuerzas políticas salvadoreñas se enfrentaran en una guerra de acusaciones e insultos. El FMLN dirá que todo esto es un montaje, un show, una estrategia más de la derecha para mantenerse en el poder. Por otro lado, ARENA volverá a repetir la misma historia, que el FMLN tiene nexos con grupos que no benefician en ningún modo al país, bla bla bla, etc. En la guerra de acusaciones e insultos, las propuestas para sacar al país adelante quedarán relegadas a un tercer o cuarto plano.
En este escenario adverso, Mauricio Funes debería dar señales inequívocas que tiene criterios propios, y más importante, que tiene suficiente independencia de los comandantes en el FMLN para pedir que se investigue a fondo las acusaciones.
Los servicios de inteligencia de Colombia rescataron los portátiles que llevaba el Comandante Raúl Reyes de la FARC. ¿Quién más podría tener acceso a esos portátiles? Los servicios de inteligencia de El Salvador también deberían tener acceso esa información, así como los servicios de inteligencia de otros países, tales como Estados Unidos e España.
Ya sea auténtico o falso, se empieza a desvelar el contenido de los correos electrónicos que implican al FMLN con la FARC. Varias personas ya han sido arrestadas debido a la información que se encontró en esos portátiles.
Es posible, también, que pronto Estados Unidos ordene el arresto de José Luís Merino por conspirar con la FARC. ¿Será posible? Su nom de guerre ha sido Ramiro Vásquez. Sus viejos hábitos lo podrían llevar a la cárcel.
© 2008 Manuel García

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