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viernes, 5 de septiembre de 2008

Si Fuese Presidente

Gracias a Dios, no estoy en la política. Pero si fuese candidato a la Presidencia de El Salvador, no cambiará de opinión a cada ratito. Una de las cosas que más detesto es la inconsistencia. La inconsistencia es hija de la poca seriedad, hermana de la mentira, y prima de la picardía. No se puede ir por el mundo diciendo una cosa un día, y otra el siguiente.

Ciertamente es de sabio rectificar, aceptar ideas nuevas, y reconocer que uno nunca tendrá la verdad absoluta. Pero llegada la hora de aceptar el desafío de ser candidato a la Presidencia, una persona debería tener las ideas claras sobre lo que se promete.

Si fuese candidato a la Presidencia de El Salvador, en mi lista de prioridades estuviese meter a los criminales en la cárcel. Estos incluyen a pandilleros, a ladrones de cuello blanco, es decir funcionarios corruptos que han estafado a los contribuyentes. Algunos dirán que un discurso así está lleno de revanchismo. No señores. Si en verdad el país saldrá adelante, habrá que limpiarlo de tanta lacra que no nos deja avanzar.

Las pandillas se han tomado las calles. El Gobierno es incapaz de detener la ola de delincuencia, ni siquiera puede proteger a la gente que tiene el valor de denunciar a estos criminales cobardes.

Hace poco, Josefina Meléndez, una señora de 64 años, que tuvo el valor de testificar como testigo ante un juez para identificar a los asesinos de un custodio penitenciario en 2004, fue cobardemente asesinada en el Distrito Italia por pandilleros de la Mara Salvatrucha. Ella recibió dos tiros en la boca y otro en la cabeza enfrente de su casa. Josefina Meléndez estaba barriendo la acera de la calle enfrente de su casa cuando uno de los asesinos pandilleros le apuntó y le dijo, “esto te pasa por hablar mucho”.

Habrá que reformar el sistema judicial. ARENA ha tenido casi veinte años para bajar el nivel de violencia. En los últimos 10 años, ha habido 28,000 homicidios. Actualmente, la media es casi 9 personas muerta a tiros cada día en las calles de El Salvador. Los pandilleros están armándose hasta los dientes. Trafican con drogas, cobran impuestos a la gente humilde, atemorizan a poblaciones enteras. Se terminó la hora de campañas publicitarias “de mano dura” contra la delincuencia. Es hora de actuar.

La cultura de impunidad es preocupante. Si fuese candidato a la Presidencia, no dudaría en derogar la Ley de Amnistía del 1993. Criminales de guerra piensan que pueden vivir libremente sin pagar por sus crímenes. Es la misma mentalidad que tienen los pandilleros. Es cuestión de poder. Algunos hasta son candidatos a puestos públicos en estas elecciones.

Hay que ver hacía el futuro. Sin embargo, no se puede ir en el mismo barco con los verdugos. Es cuestión de humanidad. Los criminales tienen que pagar ante la justicia.

¿Qué necesita el pueblo salvadoreño? Necesita trabajos dignos, necesita salir a la calle con tranquilidad, necesita tener la certeza que puede progresar en su propio país. La madre que perdió a su marido, los niños que no conocieron a sus padres porque fueron masacrados vilmente durante la guerra, necesitan tener la tranquilidad de que se ha hecho justicia para castigar a los responsables.

Yo lo digo abiertamente: En Salvador hay impunidad. Y aquellos que no están de acuerdo con mi planteamiento, les invito a escribirme en mi blog www.elsalvadorposible.blogspot.com.

Inconsistencia. Mentira. Picardía. Estas son las tres palabras que pueden definir el cambio de postura del FMLN en relación a derogar la Ley de Amnistía del 1993.

En relación a no derogar la Ley de Amnistía del 1993, Mauricio Funes se ha puesto de acuerdo con Rodrigo Ávila, candidato de ARENA, en decir que eso haría ingobernable al país. Es decir, no se puede gobernar cuando uno tiene la pistola del verdugo en la cabeza. ¿Entonces, para qué quiere ser Presidente? La gente necesita que usted le quite la pistola al verdugo y lo meta a la cárcel. Es así de simple. Hay que coger el toro por los cuernos, y no se puede ir por las ramas como un mono.


© 2008 Manuel García

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