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martes, 5 de mayo de 2009

Presidente de Salvadoreños en el Mundo, "Confianza y credibilidad del nuevo gobierno con la Diáspora Salvadoreña"

jueves 30 de abril de 2009

Presidente de Salvadoreños en el Mundo, "Confianza y credibilidad del nuevo gobierno con la Diáspora Salvadoreña"

Confianza y credibilidad del nuevo gobierno con la Diáspora SalvadoreñaPor Francisco Rivera*Definitivamente las expectativas creadas por la elección de Mauricio Funes como nuevo mandatario de la nación salvadoreña, bajo la bandera del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), son todas positivas. Se huele un cambio en el quehacer gubernamental (Foto SEEM: F. Rivera delante del escudo del condado de Los Angeles). Este 1º de junio, Mauricio Funes asumirá la Presidencia de la Nación, con un mandato del pueblo salvadoreño y con el apoyo fundamental de su Diáspora, que le dio un respaldo total e incondicional a su propuesta de cambio.Indudablemente, hay mucha expectación. Se espera que las actuaciones del nuevo gobierno sean realizadas con la más alta ética y con una transparencia cristalina.Sin embargo, hay un cierto hermetismo sobre quiénes serán los llamados a llevar a cabo ese cambio prometido. Ello ha dado paso a los rumores.En Internet han circulado ya versiones verosímiles e inverosímiles de los que formarán parte del equipo ministerial de Mauricio Funes. La rumorología y el hermetismo, que en este caso parece se pelean mutuamente, están permitidos en los regímenes democráticos de los países libres.
Lo que si no se debe dejar a un lado es el buen criterio, algo muy simple de decir, pero muy difícil de lograr en la realidad. Recordemos los casos de los nominados por el Presidente Barack Obama, particularmente el caso de Bill Richardson, Gobernador de Nuevo México, que fue descalificado por un aparente conflicto de interés con una firma que había donado dinero a su campaña electoral. Posteriormente otros nominados fueron también descalificados por no haber pagado impuestos.La lección es que los nominados al gabinete ministerial deben pasar por un intenso escrutinio, incluyendo una declaración de bienes e intereses económicos para quienes aspiran a cargos gubernamentales, como se hace en países más avanzados.Para el equipo de transición de Mauricio Funes, existe la gran responsabilidad de asegurarse que cada uno de los nominados a los distintos cargos sea profundamente analizado para evitar contratiempos y bochornos que puedan surgir una vez ya en el cargo.Un aspecto fundamental para el nuevo gobierno de Mauricio Funes y del FMLN es que la selección de los nuevos funcionarios –como ha demostrado ya el presidente electo en algunas ocasiones– debe abordarse con anhelo, rigor y sin pasiones.El nepotismo, el amiguismo, el compadrazgo y otros vicios que empañan la política nacional deben ser evitados, a toda costa, ya que los funcionarios que sean escogidos, reflejarán las decisiones y acciones del Presidente Electo Mauricio Funes. Un fallo del escogido supondrá un fallo de quien lo escogió.Nombrar por enchufe o partidismo equivaldrá a caminar sobre el rastro dejado por ARENA, un partido que al final del día fue rechazado en las urnas por la mayor parte de la población salvadoreña y también por la mayoría de los emigrantes en el exterior.Un asunto muy importante del nuevo gobierno de Mauricio Funes es la política de “puertas abiertas” y “la accesibilidad”, una posición dignamente desafiante, que el presidente electo manifestó en una visita a Los Angeles, donde dijo que no tomaría grandes burocracias para poder obtener acceso a los gobernantes y funcionarios públicos, incluyendo la capacidad de responder con eficiencia a los requerimientos del pueblo salvadoreño y de la Diáspora.Nosotros, desde la perspectiva de Salvadoreños en el Mundo, como es natural, vemos con mucha atención la selección de la persona que ocupará el cargo del Viceministerio de Relaciones Exteriores para la Atención de los Salvadoreños en el Exterior, porque se trata de una gran oportunidad para crear una nueva relación entre el gobierno de El Salvador y la Diáspora. Se debe pensar en una persona de gran perfil con un entendimiento demostrado de las complejidades, los intereses y la potencialidad para el desarrollo del país que representan los salvadoreños y salvadoreñas en el exterior.No se deben cometer los errores de la funcionaria que anteriormente ocupaba el cargo, con una profesión de arquitecta que nunca ejerció, quien a su vez nombró a un ingeniero para ocupar la Dirección General de Atención a los Salvadoreños en el Exterior. Con respeto para él, el Sr., Nosthas no fue un total fracaso, pero sí un buen desconocedor de las problemáticas y virtudes transnacionales de los migrantes salvadoreños en el exterior.Hasta este día, no hay una sola política implementada por ellos respecto a la Diáspora que sea digna de recordarse. Convirtieron el Viceministerio de los Salvadoreños en el Exterior en una extensión de las responsabilidades de la Vicepresidencia para la promoción de sectores empresariales del país, desatendiendo las necesidades de las comunidades salvadoreñas en el exterior.Nunca llegaron al encuentro del inmenso amor de la Diáspora por la patria dejada atrás, sin olvidar el esfuerzo y el legado de las asociaciones de oriundos que arreglaron calles, crearon centros comunitarios, parques, llevaron agua y transformaron muchos municipios del país, proveyendo una mejor calidad de vida para sus semejantes dejados atrás en sus pueblos natales.Sinceramente, la ex Viceministra de Relaciones para Atención de los Salvadoreños en el Exterior no estuvo a la altura del arduo trabajo de la raza guanaca en el exterior. Tampoco lo están las representaciones consulares. Para ser honestos, quizás haya habido leves mejoras en la reexpedición de pasaportes, actas y otros documentos consulares por los que se paga, pero en lo que respecta a iniciativas culturales, de unidad y de apoyo al migrante de a pata hay mucho que lamentar hasta este día. No ha habido un criterio de atención y servicio al usuario. El cliente migrante ha estado solo frente al poder del funcionario.Ahora, Mauricio Funes, en la refundación del servicio consular salvadoreño y de las distintas embajadas, tendrá la oportunidad de ofrecer representación comercial, agregados culturales, servicios legales y, sobretodo, fomentar un sentimiento de optimismo y proactividad para unir a las comunidades inmigrantes del exterior.En el caso de Los Angeles, donde hay casi un millón de salvadoreños, el sentir de la comunidad es que el Cónsul General debe ser nombrado de entre un miembro de la comunidad salvadoreña, que esté familiarizado con las necesidades del pueblo, que tenga afán de unidad, y que esté abierto a trabajar con todos y todas, sin distingo de banderas partidarias o afiliaciones políticas.Debemos recordar, que bajo los gobiernos de ARENA, no se dio el voto en el exterior, una de las demandas más sentidas de la Diáspora, y que ahora será una de las primeras pruebas de fuego del nuevo gobierno en sus relaciones con los salvadoreños y salvadoreñas en el exterior.Como decía antes, en el mundo de los rumores ya se manejan nombres específicos, y lo triste es, que, según éstos, no se contemplan candidatos idóneos para puestos idóneos, sino que la selección parece estar basada en si perteneció o no a un determinado partido político o a los distintos grupos de apoyo que surgieron en torno a la candidatura de Mauricio Funes. Son sólo rumores, yo espero estar equivocado.La experiencia de la elección presidencial reciente en Estados Unidos nos enseña que no debemos olvidar el ejemplo del gobernador de Illinois, Blagovich, quien rebasó los límites históricos de la corrupción en Chicago, sacando prácticamente a subasta del mejor postor el escaño dejado por el propio presidente de EE.UU. Barack Obama.Por todo lo anterior, Mauricio Funes tiene una oportunidad histórica de nombrar a fieles servidores de la patria, no a partidistas que tengan intereses por encima de los del bien común, que los hay tanto en la derecha como en la izquierda. No es lo mismo servir a la comunidad que servirse de la comunidad.Un Estado de Derecho, un Nuevo Orden Jurídico, un País Más Social, un País que Mire por sus Hijos Migrantes en el Exterior, en definitiva, un mejor El Salvador, es lo que todos queremos, esperamos que Mauricio Funes pueda hacerlo, para ello tiene todo el apoyo del pueblo, también el de la Diáspora en el exterior.*Francisco Rivera es presidente de Salvadoreños en el Mundo

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