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martes, 6 de octubre de 2009

Salvador Sánchez Céren y Deng Xiaoping

Deng Xiaoping, el arquitecto de la transformación económica de China, decía que no importa el color del gato, lo que realmente importa es si caza ratones. Yo estoy de acuerdo con este planteamiento. No importa el color del gato. Lo importante es si mata ratones.

De igual forma, ¿Qué importa el color de los partidos políticos? Lo que importa es si resuelven los problemas de los ciudadanos. Si Salvador Sánchez Céren, vicepresidente de El Salvador, y flamante Ministro de Educación, ayuda a resolver los problemas de los salvadoreños, entonces, no nos debería importar si él quiere usar calzoncillos rojos, o vestirte de pie a cabeza de rojo, amarillo o verde. Tampoco nos debería importar lo qué haga en su vida privada o lo que diga. Si trabajase para resolver los problemas de los salvadoreños, ¿Por qué nos debería importar lo qué diga? Vuelvo a repetir lo que dijo Deng Xiaoping: No importa el color del gato, lo importante es si mata ratones.

Recientemente, Salvador Sánchez Céren dirigió duras críticas al pueblo estadounidense y al Gobierno de Estados Unidos por su plan de instalar bases militares en Colombia. Sin medir sus palabras, volvió a lanzar radicales discursos contra el Gobierno de Estados Unidos. “Le digo al pueblo de Estados Unidos que aprenda las enseñanzas. Fueron derrotados en Vietnam, fueron derrotados en El Salvador y van a ser derrotados en América Latina”, fue el pronunciamiento del vicepresidente.

Ahora bien, ¿Por qué Salvador Sánchez Céren pronunció este discurso tan radical contra Estados Unidos? ¿Se le ha olvidado que es vicepresidente de El Salvador?

Varios personajes de la Administración Funes, incluyendo el Canciller Hugo Martínez, han quitado importancia a las palabras del señor Sánchez Céren. Según ellos, el señor Sánchez Céren solamente estaba expresando lo que piensa, derecho que tiene como cualquier otro ciudadano. Ya lo creo. Es mejor alejarse de tanta locura. Pero lo más sensato sería repudiar y rechazar esta demencia política.

Vuelvo a repetir, Sánchez Céren necesita recordar que en la casa salvadoreña existen miles de ratas que tienen ser cazadas. Están las pandillas. También están los narco-traficantes y oficiales corruptos. Además, existe la ratonera de la pobreza, mal que no podremos curar sin la ayuda de Estados Unidos. Recuerde esto señor Sánchez Céren: Casi dos millones de salvadoreños viven en Estados Unidos. El Salvador necesita estrechar los nexos económicos y políticos con ese país. No ayuda usted cuando pronuncia discursos como que estuviese ante el Comité Comunista de Cuba.

Me gustaría pensar que el discurso del señor Sánchez Céren estaba dirigido a Mauricio Funes para llamar la atención y que se le tome en cuenta. Sánchez Céren está demostrando que él no es solamente decorativo, y su manera de negociar es esa, ser radical para que Funes no anden diciendo por ahí que su Gobierno no es de ningún partido político. Sánchez Céren es un hombre disciplinado, un hombre del partido, y probablemente, no le hicieron gracia las declaraciones de Funes en las Naciones Unidas. Sabe que el poder no es para siempre, y tiene que hacer valer su puesto político, incluyendo pronunciando discursos inflamatorios contra Estados Unidos como táctica de negociación. Sin embargo, con esta actitud, Sánchez Céren le hará la vida imposible a Mauricio Funes porque habrá un momento dónde Funes tendrá que decirle que ese comportamiento no es digno de un vicepresidente de El Salvador. Los mismos personajes de la Administración Funes tendrán que entender, también, que el pueblo salvadoreño no es tonto. Los salvadoreños ven que pronto podría haber una lucha entre dos conductores peleándose por el control del autobús. Los salvadoreños ya saben que Mauricio Funes tiene poco control sobre sus aliados que lo han llevado al poder. Desgraciadamente, estos aliados desconocen lo que dijo Deng Xiaoping. También desconocen que Deng Xiaoping enterró las locuras de Mao Zedong.

© 2009 Manuel García

1 comentario:

Anónimo dijo...

El caso que planteas solo echa de ver un problema clasico del pueblo salvadoreño, que se trae desde las epocas de la guerra: "La Polarizacion" los salvadoreños s somos ARENA o FMLN, eso no es nada bueno.

Lo ideal para nuestro pais seria un gobierno de izquierda; pero de izquierda moderada, como el de Lula Da Silva en Brazil o Bachellette en Chile.

Acordemonos que las dictaduras no solo son de Izquierda como las de Castro en Cuba, tambien las hay de Derecha como la que hay en Guinea Ecuatorial en Africa, dictadura la cual Estados Unidos apoya