Falsa alarma

En cualquier parte, sea en la China o en El Salvador, debe ser un delito dar una falsa alarma de fuego, especialmente cuando corre peligro la vida de personas. Por ejemplo, en un teatro, si alguien levanta una falsa alarma de fuego, los espectadores saldrán corriendo en estampida, y es posible que gente, especialmente ancianos, sean atropellados por aquellos que al escuchar la falsa alarma, hacen todo lo posible para escapar del teatro. El derecho de libre expresión tiene un límite, especialmente cuando la vida de personas corre peligro. Es decir, mi derecho de libre expresión no implica que tenga el derecho de levantar una falsa alarma de fuego en un teatro repleto de espectadores.

Hace unos días, el Coordinador del FMLN, Medardo González, dijo que se está tramando un golpe de Estado en El Salvador, y que el Presidente Mauricio Funes no terminará su mandato. Las declaraciones del señor González solamente se pueden calificar de irresponsables porque hasta hoy, no ha dado ninguna prueba de un posible golpe de Estado. El mismo Presidente Mauricio Funes ha descalificado las declaraciones del señor González.

¿Qué mueve a Medardo González a dar una falsa alarma de un golpe de Estado? La cúpula del FMLN se ha comportado, desde que llegó al poder, como que fuese un partido opositor, y no como un Partido en el Gobierno. Y en cierta medida, esta es la única opción que tiene porque el Presidente Mauricio Funes ha manifestado claramente que no se prestará al juego de convertir a El Salvador en el Socialismo del Siglo XXI, proyecto político del FMLN. En tales circunstancias, la cúpula radical del FMLN, aquellos que siguen los mandatos del señor Hugo Chávez en Venezuela, necesitan dar muestras de fortaleza, para pactar con el Presidente Funes cuotas de poder, hasta que termine el mandato presidencial. Esto es como un chantaje porque en lugar de unir esfuerzos para dar una imagen de unidad ante la comunidad internacional, especialmente los inversionistas, el FMLN prefiere levantar rumores para poner en jaque al Gobierno de Mauricio Funes.

Si El Salvador no logra atraer inversión, si no logra crear trabajos, si no logra reducir la pobreza, si no logra reducir la violencia, será porque el Presidente Mauricio Funes no quiso trabajar con el FMLN. Será porque la derecha no quiere invertir en El Salvador. Ese es el mensaje del FMLN.

No es fácil gobernar si el mismo partido que lo llevó al poder actúa como que fuese partido opositor, que cree que puede levantar rumores sin pensar en las consecuencias. El Presidente Mauricio Funes se ha visto obligado a hacer concesiones al FMLN. Por ejemplo, visitar Cuba ha sido para el mandatario salvadoreño un compromiso que no se podía postergar porque podría crearle más problemas con el FMLN, con el cual ha aceptado convivir como un matrimonio que duerme en camas separadas. La realidad es esa, aunque Funes diga lo contrario públicamente. Él lo sabe y lo sabemos todo: El viaje a Cuba ha sido una pérdida de tiempo.

Los dirigentes del FMLN han trabajado arduamente para que El Salvador firme varios convenios con la isla cubana. Estos convenios, a primera vista, parecen que beneficiaran a la población salvadoreña. ¿Quién se opondrá que un médico cubano trabaje en El Salvador? ¿Quién se opondrá para que un maestro cubano ayude alfabetizar a un salvadoreño? Medardo González asegura que la calidad de vida de un cubano es superior que de la de un salvadoreño. “Cuba, por su sistema, por su modelo, por decisión propia, ellos han mantenido el 100% del empleo, yo me pregunto si existe otro país en el mundo donde el Estado asuma responsabilidad de 100% del empleo”, sostiene el coordinador general del FMLN.

Quizá Medardo González se estaba preguntando, al levantar una falsa alarma, si los salvadoreños permitiremos que el FMLN implemente el modelo cubano en El Salvador. Digamos, también, hipotéticamente, que Mauricio Funes no termina su mandato porque lo atropella un autobús, y Salvador Sánchez Cerén llega a la silla Presidencial. ¿Podrá el FMLN implementar el Socialismo del Siglo XXI? ¿Habrá un golpe de Estado? Quizá esa es la falsa alarma de un golpe de Estado. Es curarse en salud antes que venga la enfermedad.

El FMLN debe pensar en el futuro. No puede vivir en el pasado. El futuro requiere crear un ambiente estable, que pueda motivar y persuadir a inversionistas, nacionales y extranjeros, a poner su dinero en El Salvador. No se puede crear confianza cuando el máximo dirigente del partido en el Gobierno cree que tiene el derecho de levantar falsa alarma de fuego. Esta estrategia política le hace mucho daño a El Salvador. Si ya tenemos problemas para persuadir a inversionistas para que nos tomen en serio, las palabras del señor González solamente confirman que la clase política salvadoreña no está lista para afrontar los desafíos de El Salvador.

© 2010 Manuel García