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lunes, 2 de febrero de 2009

¡Construyamos un TRANVIA en el Gran San Salvador!

Después de doces años, la Alcaldía de San Salvador vuelve a estar en manos de ARENA. Eso es lo único destacable de las pasadas elecciones del 18 de enero. En la Asamblea Legislativa, la derecha seguirá siendo superior a los 35 diputados que el FMLN ha obtenido en estas elecciones.

¿Qué se puede inferir sobre los resultados de las elecciones municipales y legislativas del 18 de enero? Lo primero, destaca la capacidad del PCN para seguir siendo la tercera fuerza en El Salvador. A pesar de las intrigas internas del PCN al estilo mafia, éste partido ha logrado mantener su caudal de votos.

El PCN ha tenido éxito porque ha logrado identificarse como el partido que está a la derecha de ARENA, inclusive, muchas veces, sus representantes parecen ser matones de cantina dispuestos a defender a capa y espada a sus aliados tradicionales, por ejemplo, el gremio de buseros que le hará la vida imposible a Norman Quijano con su propuesta de crear un Metro Bus en San Salvador.

Norman Quijano ha sido el principal detractor de las administraciones municipales del FMLN en San Salvador. Se podría decir que él ha estado en campaña desde 1997. El Dr. Héctor Silva talvez le recuerde en relación al Relleno Sanitario en Nejapa. Norman Quijano acusó, sin fundamento, a la administración municipal del Dr. Silva de anomalías.

Norman Quijano se dará cuenta rápidamente que una cosa es estar en la oposición permanentemente, y otra es poner orden en San Salvador.

Si se compara con la Dra. Violeta Menjivar, Norman Quijano hizo mejor campaña, y convenció al 49.83% de los votantes (86,569 votos de 173,745 votos validos) que San Salvador necesita un nuevo rumbo. Más allá del simbolismo o el impacto psicológico que pueda representar ganar en San Salvador, es importante reconocer que el votante salvadoreño empieza a exigir más a sus políticos. Sin creatividad o propuestas concretas, la Dra. Violeta Menjivar había perdido la re-elección hace bastante tiempo.


Un alcalde en El Salvador, como en cualquier otro país, está limitado constitucionalmente y financieramente en lo que puede o no hacer. Velar por la tranquilidad ciudadana, conseguir que las plazas y parques estén limpios, que la basura se recoja a tiempo, etc., son algunas de las responsabilidades jurídicas y políticas de un alcalde. Sin embargo, un alcalde puede también proveer liderazgo para atraer inversión a la ciudad, gestionar proyectos de gran envergadura, por ejemplo, un sistema de transporte seguro e eficiente.

Hablar de proyectos de gran envergadura en la actual crisis financiera que vivimos podría resultar ridículo, pero El Salvador necesita invertir en su futuro. Proyectos como la Transversal del Norte, El Puerto de Cutuco, la expansión del Aeropuerto de Comalapa harán de El Salvador un país más competitivo.

Ha llegado la hora de proponer seriamente la construcción de un Tranvía en el Gran San Salvador. La construcción de un Tranvía al estilo Lisboa, Estambul, o inclusive Barcelona, ciudad que está extendiendo su red de transporte público construyendo tranvías, mejorará sustancialmente la vida de los residentes del Gran San Salvador. Además, creará miles de trabajos que aseguren el futuro de las familias salvadoreñas.

Un Metro Bus es una gran idea, sin embargo no resuelve el problema de transporte en el Gran San Salvador. Norman Quijano y los demás alcaldes del Gran San Salvador necesitan obtener el apoyo del Gobierno Central, de la empresa privada y de la sociedad civil en general, para hacer posible la construcción de un sistema de transporte eficiente, racional y económico.

La política de transporte, hasta hora, la ha marcado los dueños de autobuses y microbuses, apoyados por el PCN y otros sectores que solo ven sus propios intereses económicos o políticos.

El 15 de marzo, los salvadoreños elegirán su nuevo Presidente. Si ganase Mauricio Funes, entonces Norman Quijano sabrá qué significa gobernar en San Salvador cuando uno representa el partido de la oposición. Si Mauricio Funes resultase electo Presidente, necesitará trabajar con Norman Quijano para sacar a El Salvador adelante. Contrariamente, el Gran San Salvador tendrá que esperar 100 años para tener un sistema moderno de transporte.

© 2009 Manuel García

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