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lunes, 14 de diciembre de 2009

Amar en Tiempos Revueltos

La telenovela política de El Salvador está alcanzado un clímax impresionante. Los protagonistas de “Amar en Tiempo Revueltos”, novela que podría definir las luchas de poder político en El Salvador, han decidido apostar por limpiar la casa, pensando en las próximas elecciones. Es obvio que el desenlace de ésta telenovela ya empezó.

Primero, el Presidente Mauricio Funes está por presentar la demanda de divorcio en contra del FMLN. La realidad es, desde que Mauricio Funes se casó con el FMLN para llegar a la Presidencia, que todo apuntaba que esto iba a terminar mal. Los matrimonios por conveniencia suelen terminar ante un juez. En este caso, el juez será el pueblo salvadoreño, quien necesita reconocer que el matrimonio se rompe por las constantes locuras del FMLN.

Salvador Sánchez Cerén (es decir, el FMLN) llego a la Vicepresidencia de El Salvador como resultado de un matrimonio arreglado. Los que toman las decisiones en el FMLN pensaron que podían controlar a Mauricio Funes. Pero, al parecer, les ha salido el tiro por la culata. En gran medida, esto es una suerte para los salvadoreños. En el FMLN existe gente buena, honrada, y trabajadora. Sin embargo, el partido es rehén de personas que están fanatizadas, que más parecen ser representantes de Hugo Chávez y del Gobierno de Cuba que de los intereses estratégicos de los salvadoreños. En realidad, los salvadoreños sabían que no votaban por Salvador Sánchez Cerén, que votaban por Mauricio Funes.

Mauricio Funes hace bien en distanciarse de las locuras del FMLN. Desgraciadamente, tendrá que seguir compartiendo casa con el Vicepresidente. Sin embargo, Salvador Sánchez Cerén no tiene autoridad legal ni moral para ir a Cuba o Venezuela y decir que el Gobierno de El Salvador entrará en el ALBA, o cualquier otro proyecto auspiciado por Hugo Chávez que busca confrontar a países amigos. El Gobierno de El Salvador tiene que apostar a la integración Centroamericana, y trabajar para velar por los verdaderos intereses estratégicos de los salvadoreños. Integrarse en una alianza política con Venezuela o Cuba solo ayudaría para ponernos en ridículo a nivel mundial, como lo está haciendo Nicaragua con Daniel Ortega. Gritar con toda la fuerza de nuestros pulmones contra el “Imperio Yankee” no nos traerá ningún beneficio.

Obviamente, esto no termina aquí. Detrás de esta lucha de poder podría estar Hugo Chávez y el abuelo pobre, es decir el Gobierno Cubano. Mauricio Funes tiene que entender que necesita divorciarse del FMLN de una vez por todas. Legalmente lo puede hacer. Debería empezar por quitarle la Cartera de Educación a Salvador Sánchez Cerén. Ningún otro Vicepresidente en otras administraciones presidenciales ha ocupado un Ministerio. Salvador Sánchez Cerén debería desempeñar las funciones que le dicta la Constitución de El Salvador. Además, existen destacados líderes académicos en El Salvador que pueden elevar el nivel de educación de nuestros jóvenes sin necesidad de tintes ideológicos.

Mauricio Funes tendrá problemas para gobernar si espera que los que mandan en el FMLN sean persuadidos para que entren en razón. Peor aún, si no entiende que la cúpula del FMLN ya ha dado por terminado el matrimonio, un matrimonio que les es incomodo inclusive para ellos mismos.

Desgraciadamente, los problemas se le van acumular al Presidente Funes a consecuencia de la guerra civil en ARENA. Al ex Presidente Antonio Saca le quieren cortar la cabeza. En la derecha, la sangre ya llegó al río. El ex Presidente Antonio Saca ha denunciado que existe un “grupo” con cabezas calientes alrededor de Alfredo Cristiani quienes están poniendo en peligro la estabilidad política del país. ARENA se desintegra, se desangra como un león herido. Y es posible que ARENA no vuelva a ser el mismo partido.

¿Debería preocuparnos esto? No, al menos que exista un vacío de poder en El Salvador que sea aprovechado por personas que no velan por los intereses de los salvadoreños. Mientras en ARENA se da una carnicería, y los ideológicos marxistas en el FMLN intentan controlar la política del Gobierno, el Presidente Mauricio Funes necesita dar pasos firmes para crear alianzas con el pueblo salvadoreño si quiere que su administración tenga éxito. El pueblo salvadoreño respalda un Gobierno libre de locura, un gobierno sensato, que pueda velar por sus verdaderos intereses estratégicos. El pueblo salvadoreño espera que el Gobierno se ocupe de crear trabajos, reducir los niveles de violencia, e impulsar al país al verdadero desarrollo económico y social.

Un matrimonio que carezca de respeto y apoyo, dónde no exista confianza o visión de futuro, la única salida es el divorcio. Si por razones políticas se sigue viviendo bajo el mismo techo, se debería saber que poco se puede lograr, y es posible que se siga viviendo como perros y gatos.

© 2009 Manuel García

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo bueno del presidente Fúnes es que está cumpliendo el no ser manipulado, como usted ya ha mensionado también considero que es aún mejor que no se muestre un país extremista como Venezuela o Cuba. Lo malo es que el gobierno parece demasiado desordenado, no es bueno que tengan un pleito interno y no están concertando entre sí. A uno como ciudadano le preocupa que ni ellos mismos puedan llevar la rienda de su casa, que se será del país?

También la situación del partido de derecha es terrible, Cristiani no parece ser flexible y ha expulsado a mucha gente (incluído a Saca). No hay derecha unida, No hay izquierda unida ni un Centro que posea fuerza... Todos ellos son necesarios pero no en esas condiciones. Tienen suerte que están a tiempo antes de las elecciones municipales y diputados.